El Castillo de Chillón, Suiza. Un viaje al pasado entre los Alpes

Lugar: Castillo de Chillón, Suiza



No fue muy difícil encontrar éste sitio, un día para pasarlo en Suiza, un coche con GPS e internet, y tras una rápida búsqueda en GOOGLE ya estaba en camino, ¿la búsqueda? Imperdibles de Suiza.

La razón por la que escogí Chillon fue igual de simple, tras unos días intentando practicando snowboard por primera vez en los Alpes franceses, quería un sitio cerca, al otro lado de la frontera y emblemático. Hice Bingo. Tras un increíble paseo en coche por las montañas suizas y tras unas cuantas vueltas del no tan acertado GPS llegamos a nuestro destino. 

Vivo en Francia y he vivido la mayor parte de mi vida en España, así que debo de decir, que aunque siga disfrutando de ellos, los castillos ya no me impresionan tanto. Sin embargo, éste tocó a fondo mi vena romántica, así como en su día tocó a personajes tan extravagantes y conocidos como Byron y Coubert (¡parece ser que despertó una veta románticas hasta al fundador del realismo!).

Voy a ser lo más breve posible con la historia del castillo (lo que quiero es que lo conozcáis y os animéis a ir, no resumiros wikipedia), el castillo de Chillón está en un enclave característico sobre una piedra caliza que se adentra en el lago Lemán, el lago más grande de Europa occidental, y a cuyas orillas se asientan varias de las ciudades más importantes suizas. Se han encontrado restos desde la Edad de Bronce e incluso romanos, pero no fue hasta el siglo X que se le añadió la primera torre. Después ha ido sufriendo diferentes cambios a manos de las diferentes casas que han dominado el castillo y la zona (como la casa de Saboya o los berneses) y más tarde fue utilizado como almacén de artillería y como  prisión militar hasta que en 1887 se decidió restaurar. 

Razones por las que añadir el castillo de Chillón a vuestra lista de lugares que visitar antes de morir:

1. El lago Leman y sus paisajes. Si quieres llevarte un bonito recuerdo de Suiza, éste es sin duda uno. El castillo tiene de fondo los Alpes y sus picos nevados sumergiéndose en un inmenso espejo, tan amplio que da la impresión de estar en la costa del mar, más que en un lago. Desde el castillo se avistan la ciudad de Montreux,y los pueblos de los alrededores, sin alterar la paz que se respira desde sus torres. También impresionan sus aguas tan azules y cristalinas, características de Suiza y por su puesto, ¡no hay castillo sin foso y cisnes!



2. Su conservación. No vas a encontrar torres en ruinas, sino un castillo en perfecto estado, y vas a poder ver todos sus rincones, incluso muebles, cuidados hasta el último detalle. Tampoco creas que vas a un simple paseo de media hora, lleva tiempo recorrer todos los pasillos, calabozos, habitaciones y torres de ésta fortaleza medieval. Ni si quiera desde el exterior te haces una idea de su extensión. Todo ello perfectamente guiado, lo que me lleva al siguiente punto.


3.Su precio y ambientación. La visita simple cuesta unos 12€, puede no parecer muy barata, pero el castillo está tan bien cuidado que vale la pena. Dentro está todo acondicionado para que no te aburras, hay juegos para los niños, datos curiosos en todos los rincones, y pequeñas colecciones de diferentes artículos de la época y su evolución, desde gafas hasta armaduras o diferente mobiliario. Tienes la opción por un extra de audioguía o guía, aunque la visita simple te permite tomarte tu tiempo. 


Consejos si vas a Suiza:

-La moneda es el franco suizo, un poco más barata que el € aunque suelen aceptarlo sin problema (pero la vuelta puede ser en francos).

-Si vas a Suiza en coche, recuerda que no hay peajes, lo que hay es una viñeta que se compra en los puestos fronterizos, gasolineras, y creo que en comisarías que cuesta unos 30€ que vale por todo el año. Puedes arriesgarte, pero si te para la policía te puede caer una buena multa. 

Dicho esto dejo mis últimas fotos que hablan por si solas. 












Colibrí

Comentarios