Número de páginas: 475
Género: Novela distópica
Puntuación: 8
¿A quién se lo recomendaría? A amantes de las distopías, por supuesto, pero también a cualquier persona interesada en relaciones y comportamiento humanos. El libro bien podría tratarse de un estudio de psicología (¡que nadie se asuste por esto!). |
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Entre la serie de televisión y el club de lectura feminista de Emma Watson "Our Shared Shelf", este libro está por todos sitios últimamente, a pesar de haberse publicado en 1985. Y es fácil entender por qué más de tres décadas después es más interesante que nunca y sigue tocando temas sensibles y actuales.
Las novelas distópicas llevan ya unos años entre mis historias favoritas. Este caso no ha sido diferente. La incertidumbre del qué pasará si continuamos así, e incluso el morbo de ver a dónde nos lleva este estilo de vida que todos sabemos que no puede acabar bien, me hipnotizan. Los mundos hipertecnológicos, demasiado contaminados para acoger vida, con exceso de población o, como es el caso, con regímenes totalitarios que vuelven a valores del pasado para afrontar el futuro.
El cuento de la criada nos sitúa en una sociedad de clases fuertemente marcadas en el que cada persona tiene un rol bien definido del que no puede escapar. La protagonista pertenece al grupo de las "criadas" y nos cuenta en primera persona el cambio que sufre la sociedad para llegar a donde está: una población que vive sin libertades, censurada y privada de muchos bienes materiales. Hay especial control sobre las mujeres y su reproducción, algo que tristemente no pasa sólo entre páginas de ficción. Y es por esto por lo que es inquietante: muchas de las barbaridades de la novela están ya en nuestra sociedad, y las que no, o lo han estado o las podemos intuir en nuestro futuro.
Si tiene algo negativo este libro, es que en general puede parecer lento, plano. Sin embargo, con ese ritmo calmado y sin mucha acción, la autora consigue de alguna manera atraparnos y mantenernos en tensión. Casi sin diálogos, con presente y pasado revueltos en un hilo que se nos va revelando poco a poco.
¡Disfrutad de la lectura!
Pecas
Si tiene algo negativo este libro, es que en general puede parecer lento, plano. Sin embargo, con ese ritmo calmado y sin mucha acción, la autora consigue de alguna manera atraparnos y mantenernos en tensión. Casi sin diálogos, con presente y pasado revueltos en un hilo que se nos va revelando poco a poco.
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